Tolvanera: El oro o la vida

El miércoles 31 de mayo en Espacio Abierto, se presentó Tolvanera, proyecto documental que inició en 2018 haciendo un recorrido por las minas de Sonora, y terminó de rodarse en 2021.

Este documental, disponible en Youtube y próximamente en Filmin Latino, muestra las condiciones en que la industria minera despoja y se apropia de tierras ejidales para la explotación ilegal del oro por parte del Grupo Ball.

“Voz en off: No levanten la cara mushashos”.

Es en el ejido de El Bajío donde fueron recibidos con armas. En el municipio entre Puerto Peñasco y Caborca, ahí el conglomerado dirigido por Alejandro Baillères invadió terrenos ejidales para la extracción de oro con la minera Penmont.

“Nadie sabía en el 94 que había oro. Ellos sí, ahora hay muerte y destrucción”.

La violencia del estado ubica a la industria de la minera como una de las más agresivas contra la población, teniendo un impacto social, cultural, ambiental y político, corrompiendo a todos los niveles de gobierno y poderes del país, desde el Senado de la República hasta el Poder Judicial de la Federación. La diversidad de sus formas de exfoliación describen cómo se desarrolla la minería en México, que puede ser industrial, artesanal o clandestina, entre muchas otras.

Tolvanera es el documental dirigido por Angel Melgoza, que tras la amenaza de muerte abandonó el proyecto en 2018, y que a partir de una nota de circulación nacional retomó el proyecto. La historia se proyecta con una luz en color caqui, donde el paisaje del desierto se ve roto por las excavaciones masivas para concretar el proyecto Soledad-Dipolos de Industrias Peñoles, propiedad de Grupo Ball, en dicho ejido. Ahí una mina a cielo abierto, prototípica del extractivo o minero, arrasa con la vida y fauna del lugar.

En Espacio Abierto, Angel abre las piernas en posición de descanso entre piedras de una graba fina. Usa una gorra con el nombre del documental, Tolvanera. Viste una camisa de mezclilla y ajusta sus anteojos con una moldura negra redonda. Atrás de todos, con las manos cruzadas, observa su obra. Su voz en off narra cómo el despojo llevó a 67 juicios en el ejido para remediar el daño que la minera había generado.

“Una vez que entra una mina no hay manera de sacarla” Dice Miguel Ángel Mijangos Leal, activista.

La minería vive en México la impunidad constitucional al ser una actividad prioritaria para la nación. De esta manera vulnera los derechos de comuneros y ejidatarios que se ven imposibilitados a defenderse de los intereses privados. La modificación del 27 constitucional en el sexenio del priista Salinas de Gortari, posibilitó la entrada de muchas formas y modelos de extractivismo donde el ejidatario perdió la posibilidad de recuperar sus tierras de privados.

“Lo justo y lo legal no siempre van amarrados”.

Se proyectan cuadros medios de los pobladores del ejido El Bajío; manejan a través del desierto, y entre ellos el licenciado Manuel Loya, juez que dictamina que la minera debe regresar el oro, regresar lo robado. Posterior a su dictamen no fue ratificado por el Senado de la República. Esto deja en claro que las mineras son dueñas del poder político de México.

En Espacio Abierto, sobre la manta donde se proyecta Tolvanera dobleces marcan un patrón cuadriculado, aparentan la retícula de una arqueología forense sobre el desierto de Sonora. Levantaron al presidente del ejido, (Levantar: Forma coloquial para nombrar la desaparición forzada en México) después levantaron a 12 personas que no tienen nombre; 32 patrullas contra seis ejidatarios sin nombre.

Siguiente corte: Peña Nieto otorga la medalla Belisario Domingues a Alberto Bailléres, dueño de la mina.

Hay un patrón en el que el crimen organizado aparece cuando entran las minas. “Nunca lo habíamos padecido”, dicen los pobladores y expertos en el documental. Este fenómeno se replica en los diferentes tipos de minerías, incluyendo Peña Colorada, en Jalisco. En el ejido El Bajío, “el crimen organizado” asesina a Raúl, y después lo desaparecen. A su esposa nunca la encuentran, «cuando ella corre ella se cae, minutos después escuchan ocho o nueve detonaciones”.

Ángel aparece a cuadro en la manta blanca y narra cómo los amenazaron en 2018, cómo a nombre de Rafael Pablovich los encañonaron contra una camioneta. Él sale de la toma del documental. Hasta atrás de los espectadores observa el documental en silencio. A espaldas de la proyección la barra de Espacio Abierto, es una luminosa y blanca vitrina para el documental.

Los que caminamos en una luz tenue, también sin nombre, arrastran sus pasos mientras las piedras diminutas hacen el sonido víboras de cascabel o mar o algo que alguna vez fue parte de la tierra.

La sentencia es favorable al ejido, sin embargo, además de escuchar los pasos entre la graba fina. Nada nos dice que se aplicará la justicia.