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Motion Boulder, el día de muertos contra la ley de gravedad

Tiempo de lectura: 3 minutos En Motion Boulder la ley de la gravitación universal es: Todo lo que baja debe de volver a subir, caer y subir, y subir de diversas formas con las dinámicas armadas  por el equipo de escaladores, y este viernes 3 de noviembre no fue la excepción.

Tiempo de lectura: 3 minutos

Según la mecánica clásica de Newton, todo lo que sube tiene que bajar. Pero quizá primero hay que subir un poco más,

                                                            y más,        

                                                                         y más… ¡Vamos!, gritan desde el suelo

                     Pie derecho, 

                                                                  pie izquierdo, 

cuida el agarre, 

                                    ¡punta, punta!        

¡Bueeeenaaa!

Motion Boulder es el gimnasio donde se reune a la mayor comunidad a través de la práctica del bouldering y escalada en Guadalajara. Aquí se acatan las consecuencias que dicta la ley de la gravedad, sin embargo la ley del escalador indica que todo lo que en efecto bajó debe volver a subir, caer y subir, y subir de diversas formas con las dinámicas armadas  por el equipo de Motion Bouldering, y este viernes 3 de noviembre no fue la excepción.

Al caer la noche el gimnasio oscureció casi por completo, los grandes focos asidos del tejado de vigas se apagaron, dejando a su paso los destellos de láseres multicolor y una pequeña bola disco. La recepción se atestó de escaladores que pronto se convertían en catrines y catrinas con la ayuda de Guadalupe González, hábil maquillista, pues ese día la comunidad celebraría el día de muertos como mejor saben hacerlo, trepando, subiendo, cayendo y escalando muros. 

Luigi, uno de los socios y organizadores de Motion desde la primera fiesta de día de muertos celebrada cinco años atrás, pidió encender la música en las bocinas e inmediatamente comenzó la fiesta. La ropa de los escaladores brillaba en tonos neón mientras estos retaban un circuito V2 para calentar, saltaban desde lo alto de un V4 o aspiraban a conquistar la cima de los temidos V8. 

No todo eran catrines y catrinas, Stitch y El hombre araña desafiaron un circuito donde los escaladores más experimentados parecían estar dispuestos a pasar el resto de la noche en un intento por cruzar la ruta de Tarzán con arillos de gimnasia. En cambio, los boulders más pequeños eran como hormigas o arañas que saltaban con agilidad desde un agarre a otro, sin temor alguno a las alturas. 

Decoradores, técnicos de iluminación, dj’s, profesores, organizadores y armadores de ruta, hicieron de un gimnasio de bouldering un espacio único, un punto de encuentro, un lugar donde la mejor ofrenda son un par de gatas y un saco de magnesia.

En mitad de la noche la música transgredió las paredes del gimnasio de escalada indoor con las mejores instalaciones de Guadalajara, donde el deporte es goce, es comunidad, apoyo y sobre todo un juego de niños de alta dificultad. 

Claudia y Perseo, hermanos, socios y dueños de Motion Boulder,  paseaban por el lugar sonriendo y saludando a los escaladores, su segunda casa. Él lleva la mitad del rostro desde la nariz hasta la frente convertido en calavera, con ayuda de pintura de agua, y ella es una catrina con dos trenzas y una sonrisa inconfundible que va y viene del mostrador a los muros y viceversa. Ambos disfrutan de esta iniciativa en conjunto con la comunidad, donde se busca un espacio más allá del individualismo de la competencia deportiva.

Para Perseo la celebración del día de muertos representa no solo un espacio de encuentro, diversión y esparcimiento de los escaladores, sino también la oportunidad perfecta para retomar una de las tradiciones mexicanas más significativas en esta época del año. 

Con dos sucursales en Guadalajara y una tercera en puerta, en Motion Bouldering, escalar sigue siendo un estilo de vida donde la ley de la gravitación universal es: Todo lo que baja debe  de volver a subir. Sin importar el agarre, la ruta y la algarabía de los gritos de apoyo desde la colchoneta, hay que subir siempre más, más y más. Y así como todo lo que sube tiene que bajar, es importante colocar magnesia, ajustar las gatas y de nuevo trepar hasta lo más alto de los circuitos en la mejor compañía.

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