La primera enmienda a la IA de Alejandro Zambra
Tiempo de lectura: 4 minutos Alejandro Zambra realiza la primera enmienda a la IA en Casa ITESO Clavigero en la Cátedra MAGIS
El jueves 24 de octubre se vivió la segunda edición de la Cátedra MAGIS, en la casa ITESO Clavijero con la presencia del escritor chileno radicado en México Alejandro Zambra realizó la primera enmienda a la IA con un extravagante atuendo emulando al emblemático músico Sax de la Maldita Vecindad.
La cátedra titulada: Literatura artificial, por un momento prometió a los lectores que un escritor erudito y lucido, dictaría un discurso inaugural sobre el futuro de la literatura frente a la inteligencia artificial IA.
Si bien los lugares comunes de las primeras 500 palabras de Zambra apelaban al sentimiento contradictorio y esperanzador de la nueva robótica mundial.
La premisa, que terminó por ser insostenible incluso para el escritor fue, el humor. Qúe es el humor en el lenguaje y en la literatura. En el borrador de esta nota escribí: ¿Lo escribió la IA? Al terminar de leer las primeras 500 palabras, Zambra se quitó el sombrero, la bufanda y los lentes negros de mosca para abrir la pantalla y escribir: La primera enmienda: Autor, Chat GPT.
Las sospechas eran correctas, nada tan grandilocuente y lucido es digno de ser una cátedra. Zambra editó en tiempo real lo que para cualquier escritor es el trabajo diario, corregir un texto. Y por paradójico que suene, la incoherencia, lo irrelevante, la redundancia y la falta de sobriedad es donde la creación existe. Escribir mal, en consecuencia fue el tema de la noche.
¿Editar entonces parece el acto de llevar al escritor a escribir mal, a llevarlo a explorar sus errores y sus obsesiones?
En las indicaciones que Zambra le solicitó de manera directa, fueron como: Replica el estilo del escritor Alejandro Zambra. A lo que GPT respondió con aseveraciones sobre la literatura que el mismo autor podría cuestionar.
“No tengo que estar de acuerdo con lo que pienso. Porque según chat GPT así pienso”.
Las indicaciones para GPT fueron las reglas básicas de la escritura como son el número de palabras, el narrador, punto de vista, estilo (lo que esto signifique), estructura del texto, tono y hasta un agradecimiento a la máquina por hacer la tarea del autor.
Zambra, con conciencia de clase, en clara rebeldía, y buscando exponer a GPT, también le pidió, humor. Le pidió que en la estructura de esas 500 palabras iniciar con un chiste y terminar con un chiste. Si bien la cátedra no fue una exposición de cómo funciona el lenguaje, si se detuvo en los limites de la IA para distinguir lo apropiado del humor negro, la incapacidad de rastrear el tono y el contexto o la repetición de significados en los remates en un chiste.
“Un chiste: Sabes por qué los libros nunca se pelean, porque tienen un final feliz”.
La parodia siguió en referencia a los limites de la IA y la gran obviedad: GPT buscará siempre la coherencia vs. el escritor siempre buscará la incoherencia. Al darle consecución lógica a un texto, GPT busca ambiciosamente crear sentido, lo que resulta en todo lo contrario, termina siendo irrelevante.
“Es más divertido meterle la información incorrecta y ver que afán tiene por darle una coherencia”
Zambra destacó que la literatura y su enseñanza a separado la literatura con letras mayúsculas de la creación. La escritura creativa más cercana a la cocina, se ha terminado por enseñar bajo talleres, tutorías o incluso podcast. Lo que ha dejando en crisis a la educacion en su conjunto.
El ejerció de Zambra retomó ejercicios de creativa como, quitar un personaje en Kafka o El Aleph engordado, recordando que la profanación de un texto hasta sus últimas consecuencias, puede ser más lúcido a la hora de crear un concepto de leer bien o mal.
Zambra especuló sobre el paupérrimo lugar de los escritores en la era de la IA donde tal vez quedaríamos en el prestigioso lugar de “productores de contenido”. Donde al autor se le pide leer su propio libro, y en ello quizás lo único que lograría es tener un sentimiento de arrepentimiento, buscar una errata o tal vez recibir una medalla en el ego por haberlo terminado la obra. De tal manera que que GPT esta entrenada en medianía, no en el pensamiento critico, divergente o creativo.
Alejandro Zambra nos mostró lo absurdo de la coherencia. Que solo es descubierto en la búsqueda del gran error, el arte.