Descripción
Tiempo de lectura: < 1 minutoLa totalidad del drama y su astilla de instante. La desmesura del poder y su contención en silencio. Un Yo que deviene en lenguaje ajeno para seguir siendo. Aquí, hay polos que se tensionan entre sus contrarios, y extiende su ritmo hacia la liviandad de un paisaje dictado en papel de arroz. La destreza de Goyenche antecede a la palabra con la que propone un puente hacia la realidad, está -para bien de este lento, al menos- en la constatación de que la experiencia sensorial no es un bloque semántico capaz de ingresar al poema, sino, y en esto radica su belleza, una zona porosa, agujereada por la multiplicidad de sentidos con los que intentamos decir el mundo. Lo que se encuentra en estos poemas, lejos de ser una sustancia, está más cerca de un estado que construye la palabra a partir de una serie de rumores, sonidos pescados tras el intento de que la escritura sea entidad.
Victor Vimos
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