FIL Literatura: ¿Qué compone un espacio en familia?

Más allá de la típica foto enmarcada que muchos tenemos o vemos en la casa de un amigo, autores de España y México pintan el concepto de retrato como una historia que contiene en sí misma el tiempo, personas, eventos y un sin fin de encrucijadas.

La Alemania nazi, una explosión en un colegio de España, personas desaparecidas y tres generaciones de mujeres, son las historias clave que estructuran las novelas de los autores de España Fernando Aramburu, Aroa Moreno Durán y Sergio del Molino, así como del mexicano Emiliano Monge.

Bajo la guía de la moderadora Marta Fernández, habían pasado tan solo unos minutos desde el inicio del foro cuando Fernando Aramburu dio pie a la que sería una charla que nos adentraría en el esqueleto de uno de sus libros, cuya temática le representa recuerdos un tanto difíciles.

Una explosión en un colegio del País Vasco cobró la vida de 50 niños, un suceso que le conmovió sobre todo como profesor. Recurrió a familiares que vivieron de cerca el terrible accidente a fin de dar vida a los personajes que componen la historia a lo largo de cada página.

Por otro lado tenemos a Sergio del Molino, quien apeló a cuestiones sobre la migración y la carga histórica con la que lidian los países, refiriéndose a una familia que migró de Camerún hacia Zaragoza, España, en 1916.

Sergio afirmó ser un pesimista al pensar en la imposibilidad de negar el pasado, el cual eventualmente alcanza a sus personajes, y también a nosotros como lectores, pues el ayer acecha incluso en la fantasía.

La voz femenina se hizo presente con Aroa Moreno Durante, quien retomo las vivencias generacionales de tres mujeres, que a través de su realidad, como lectores podemos entender el porqué se encuentran donde se encuentran.

Primero tenemos a una abuela en el exilio, en segundo lugar a una mamá que le tocó vivir durante los peores años del terrorismo del País Vasco, y finalmente a la hija que crece durante la crisis del bienestar, Tres distintas voces que se entrelazan para demostrar la importancia de la familia ante las adversidades.

Se trata de una convivencia entre vivos y muertos a la que, en palabras de la autora, suelen recurrir los escritores. Así también recordó que quienes ya no están con nosotros nos condicionan, de alguna forma permanecen de tal forma que influyen en nosotros.

Finalmente, el mexicano Emiliano Monge aborda a través de la literatura una situación compleja que se vive en México: personas desaparecidas. Tras 10 años de intentar escribir, dijo, trabajar con diversos materiales autobiográficos le permitió trabajar con la información contenida hasta a concretar su novela.

La violencia, como lo expresó el autor mexicano, es un ecosistema, el cual implica testimonios y sucesos que ya pasaron. En cambio, las desapariciones con algo que continúa ocurriendo, algo que da pie a que él escriba como si fuera algo que recién comienza. Para Emiliano Monge todo comienza en presente.

Desde sus distintas y particulares perspectivas, los cuatro autores dejaron en claro a todos los presentes que un retrato de época con familia es mucho más que simplemente colocar a un grupo de familiares en la línea del tiempo, y que al indagar en ello ya sea como lector, escritor o ambos, se puede tener la libertad de leer entre líneas y escribir nuestra propia versión, así sea en nuestra mente o al pasar las hojas de un libro.