De la expresión al autoconocimiento y la sanación, el cómic y la novela gráfica forman parte del proceso de empoderamiento para muchas creadoras como la autora chilena Nati Chuleta.
Nati utiliza el cómic como una herramienta para sanar y hablar sobre una vivencia que impactó su vida: el abuso sexual infantil. En sus propias palabras, no hay suficiente material ni conversación al respecto.
Retomando su experiencia personal, para Nati la novela gráfica ha sido una manera de «poner el tema sobre la mesa», incluso ha recibido mensajes de mujeres y hombres en redes sociales al respecto, palabras pero sobre todo emociones de quienes han estado en su lugar.
Su trabajo es humorístico y divertido, pero también puede ser duro. Sobre quienes pueden leerlo, Nati enfatizó que hasta los niños pueden hacerlo. La novela gráfica es un lenguaje pensado para que todos puedan entenderlo.
Al hablar sobre las secuelas físicas y psicológicas, y el efecto en quienes han vivido una situación así, la sensibilización y la empatía son dos elementos clave para Nati.
«Es ahí donde entra la empatía. Seguir trabajando las secuelas, abrirse a la sensibilidad, ponerse en los zapatos de quienes lo vivieron. Cuando lo he hablado con niños, hay quienes se sueltan a llorar. Las estadísticas son terribles, 3 de cada 5 niños son abusados, y hablando sobre los que han hablado al respecto, también hay quienes no lo han compartido», dijo Nati.
Muchos de sus proyectos de novela gráfica representaron un proceso terapéutico para la autora. Algunos de sus trabajos constan de minuciosos trabajos de reescritura, algunos otros, como lo fue la novela gráfica «No abuses» le exigieron una inmersión total durante sus 16 a sus 23 años, antes de ser publicados en 2016.
Cada vez hay más mujeres incursionando en el género del cómic y la novela gráfica. Los temas son diversos, así como el tratamiento de los mismos. Hay quienes lo usan para sanar su maternidad, por ejemplo, o también están aquellas que tratan cuestiones que no tienen que ver con su vida necesariamente.
«En Latinoamérica hay voces muy importantes, y en los próximos años se van a escuchar», enfatizó Nati, imprimiendo un tono de seguridad a sus palabras.
Ser mujer en este y otros medios no es tarea sencilla. Proyectos como los de Nati resultan alentadores, pues es común escuchar de ámbitos dominados por hombres, y no solo hablando de cantidad, si no de cómo acaparan todo de manera que las mujeres son desplazadas.
Afortunadamente, Chuleta y otras autoras más, desde sus trincheras, han demostrado el poder y valor de las voces femeninas, quienes han abierto el camino tanto para ellas mismas como para otras mujeres que buscan impulsarse como creadoras de cómic. Así como Nati lo dijo, esas voces serán escuchadas y distintos espacios han sido y serán testigo de ello.