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Gdl Open 2023: 40 iguales, ventaja, iguales

Tiempo de lectura: 4 minutos

Cuatro partidos son los que conformaron los cuartos de final del Abierto de Guadalajara. Desde que se publicó el orden de juego, hubo una oleada de conmoción en la comunidad de fans, reporteros, jueces y personas tras bambalinas en el segundo torneo de categoría 1000 del Abierto de Guadalajara. 

Esos cuatro bastaron para impresionar desde el primer minuto a los locales, foráneos e incluso internacionales que se congregaron para hacer temblar de emoción al Complejo Panamericano de Tenis. 

Al arrasante juego que terminó la jornada, le siguieron en primer turno la canadiense Leylah Fernández, y la norteamericana Sofia Kenin, y en dobles las parejas conformadas por Ulrikke Eikeri e Inigrid Neel y Erin Routliffe y Gabriela Dabrowski, ex compañera de Giuliana Olmos hicieron los honores. 

Kenin, vencedora de la reconocida Jelena Ostapenko en tercera ronda, se enfrentó a Fernández, quien fue finalista del US Open en 2021. En la disputa por su pase a semifinales, bajo el intenso sol, ambas vienen de someter a rivales fuertes y esperadas por el público, por lo que eran conscientes de que no sería un partido sencillo. 

La determinación de Sofia la catapultó a obtener la primera parte por 6-4. La segunda, fue una ruda pelea con puntos que danzaban entre 40 iguales, ventaja, iguales y el nerviosismo que empezó a notarse en las dos, similar al último partido de ayer. 

Leylah subió a 5-4. Minutos después a 6-5. 6-6. A pesar de que Kenin abrió con ventaja, la rapidez de Fernández emergió de nueva cuenta y llegó a 7-6.

Pasadas dos horas de partido, inició la cardiaca tercera parte. El comienzo fue parejo. La estadounidense avanzó, avanzó y avanzó. 5-0, y 5-1 en 42 minutos, 40-30 a los 45 minutos, 6-1 y los gritos de celebración invadieron el lugar. 

GARCÍA VS. AZARENKA 

Cerca de las 4:00 de la tarde, la inconfundible pista color morado del Abierto de Guadalajara recibió a dos de las jugadoras más fuertes y aclamadas por muchos: Caroline García y Viktoria Azarenka. Ex número 4 y 1 del mundo respectivamente, y actualmente ambas entre las mejores 30, podríamos decir que se trató de un duelo de titanes. 

Originaria de Francia, Caroline inició con el pie derecho registrando el primer juego en tres minutos. Nueve minutos en el reloj y la bielorrusa la iguala. A continuación, 40 iguales, ventaja y 40 iguales, hasta que García suma su segundo juego a los 19 minutos. 

Ambas escalaban, pero la elevación de la francesa era mayor, haciéndose con el primer set en 47 minutos con 6-3. 

Siete minutos después, nuevamente Caroline despliegó su raqueta para obtener el primer juego. Una nueva disputa entre ventaja y no ventaja comienza, y 10 minutos después suma 2-0. A la hora y siete minutos Victoria respondió. Por momentos, su contrincante dudó de su saque. Sin embargo, su potencia y estrategia la llevaron a subir de nuevo. 

El tiempo pareció acortarse. 3-1, 3-2 y 4-2 en menos de 15 minutos. Azarenka acortó aún más: 4-3. «¡venga Caro!» «¡ale ale!» son algunas de las frases de apoyo para la nativa de Francia. 5-3 a la hora y 28 minutos.40-30, 40-40, ventaja y Caroline se conviertió en la primera semifinalista por score final de 6-3, 6-4.

LAS SORPRESAS NO PARAN

El torneo dio un giro completo, y Caroline Dolehide fue quien encabezó la siguiente sorpresa del día, o mejor dicho del evento.

A la izquierda del juez estaba Martina Trevisan, quien dio un  espectáculo en todos los sentidos venciendo a Ons Jabeur. Ahora, Dolehide reescribió la historia con su propio capítulo, dándole vuelta a la página de Martina.

En el primer set, Trevisan se impuso de manera rápida, llegando a 4-3 en poco más de media hora, y continuó a paso seguro hasta 6-3. En el segundo, los minutos parecieron estirarse. Las pantallas indicaron que habrá tie break. Fue tan cerrado que rebasó los siete puntos y resultó en 7(11)-6(9), a favor de Dolehide.  

El tercero fue inaugurado por Caroline. 1-1, 2-1. La estadounidense recibió atención médica en el cambio de lado, al parecer debido a una cuestión muscular.

Sin embargo, no agacha la cabeza y su físico no pareció afectarla. Sube a 3-1, frustrando a la italiana quien golpeó su raqueta contra la cancha. 4-1, 4-2, 5-2. El match point se queda a un lado tras otro juego de Martina. 40-30, 5-3, y 6-3.

GRECIA Y MÉXICO SE ABRAZAN

El ya extasiado público del Estadio Akron de Tenis estaba más que listo para recibir al último turno de la jornada del jueves, quienes lejos de quejarse de pasar un buen rato sentados, bajo el sol y presenciar duros e intensos partidos, querían más y más tenis. 

Y, qué mejor regalo para ellos que presenciar a la griega María Sakkari quien ha demostrado en diversas ocasiones su amor por nuestro país. Además, se enfrentó a la única latina que seguía conformando el cuadro principal, la colombiana Emiliana Arango. 

Fue un duelo interesante, rudo y emocional. A Camila, su diferencia de ranking no le fue impedimento para llegar a los QF y enfrentarse a una de las grandes del mundo a sus 22 años de edad. 

La fuerza de Sakkari imperó en tan solo 33 minutos de partido, haciéndose con 5-3. Tres minutos después el reloj corría, indicado por el set break tras llegar a 6-3. 

Arango comienzó a abrirse camino en el segundo set con 1-0. María la iguala, y 10 minutos después la supera por dos juegos más. Se leyó una hora en el reloj al interior de la cancha con 4-1 para la mediterránea y es hora de cambiar de lado. 

Sakkari se alejó aún más de su rival superándola por 5-1. El tiempo no perdona, y Emiliana comenzó a presionar, 5-2, 5-3, 5-4. Y así, como en tan solo minutos, la colombiana obtuvo tres juegos a su favor, en un instante María la superó y selló con 6-4. 

Al finalizar el partido, la nativa de Grecia cambió su playera de tenis por una de la selección Mexicana, con su apellido marcado en la parte de atrás, provocando aún más alegría y sonrisas entre sus fans. Sumado a ello, a su salida fue más que recibida por personas de todas las edades quienes además de pedirle firmas y fotografías, entre ellas se encontraba una pequeña que no dejaba de repetirle cuánto la ama.

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