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LA LLUVIA QUE DETUVO, Y AL MISMO TIEMPO REVIVIÓ AL GDL OPEN

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La palabra ideal para describir la jornada de hoy del WTA 500 que se está disputando en la ciudad de Guadalajara es: vivaz.

Al igual que el clima de las semanas pasadas del que la perla tapatía ha sido víctima durante días, o hasta semanas, por un momento parecía que el Complejo Panamericano de Tenis cerraría sus puertas por el día.

Desde el inicio del día, el cielo ya apuntaba a lo que muchos sospechaban que sería, y que efectivamente terminó siendo, un día de lluvias. Cuando parecía «componerse», nuevamente llovía con fuerza. Tras un par de horas, ahora sí la luz salió otra vez, por decirlo de alguna manera,

Y, así como pudo ser un momento de relajamiento para algunos, para otros, entre ellos claro algunas jugadoras, fue una extensión de nervios y tensión. Por una parte, teníamos a Martina Trevisan de Italia, quien ya estaba por encima de su contrincante la estadounidense Caroline Dolehide, a quien ya le sacaba una ventaja considerable con 6-3, 3-1.

Por su parte, la aclamada mexicana Ana Sofía Sánchez estaba en una situación un tanto apretada, ya que arrancó su partido con 0-6 por debajo de la italiana Lucrezia Stefanini, y, cuando ya estaba despegando para voltear el resultado con 2-3, ella y la europea tuvieron que salir de cancha.

Pasaron alrededor de 2 horas, y tras un buen ejercicio de brazo realizado por diversas personas del staff al secar las distintas canchas con sopladoras y otras herramientas, el día continuó. Con chamarras y pedazos de papel para secarse por los asientos mojados les bastó a los asistentes para seguir disfrutando como si prácticamente nada hubiera pasado.

Martina, en hora y 18 minutos de partido, avanzó a segunda ronda con score de 6-3, 6-2. El grand stand tenía en sus gradas a un eufórico público, repleto de aficionados que no dejaban de aplaudir y apoyar a Ana Sofía. En el segundo set, la mexicana cerró con 6-3. A pesar de que el resultado final no le favoreció, con 6-2 en su contra, los presentes le reconocieron su esfuerzo juego por juego.

LATINOAMÉRICA PRESENTE

Entre otros juegos disputados durante el día, Camila Osorio de Colombia y Renata Zarazúa de México, junto con Sánchez, fueron las encargadas de llenar las canchas, incluso al grado de que ya no habían lugares disponibles.

El rugido latino hizo ruido en todos sentidos, incluso entre las juezas de silla, provenientes algunas de ellas de Brasil y Argentina. Parece no existir mayor afición que cuando las latinas están en la cancha; desde el primer paso que dan en ella hasta su salida.

A pesar de perder, lejos de ser una decepción para la audiencia, son más que recibidas con los brazos abiertos por quienes se quedan con un gran gusto hasta tarde para verlas jugar.

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